Conoce sobre Luarca-Valdés

Playas doradas, paisajes mágicos, gastronomía única y gente encantadora te esperan. ¡No te lo pierdas! ¡Ven ya!

Historia

Luarca-Valdés es un lugar con una rica historia desde la prehistoria hasta la romanización. Descubrimientos arqueológicos en el yacimiento de Busto revelan vestigios de la presencia humana desde tiempos remotos. En la era megalítica se encontraron necrópolis tumulares en áreas cercanas. Durante la cultura castreña, se identificaron asentamientos utilizados por los romanos en prospecciones auríferas y control de la vía hacia Lugo.

En la Edad Media y Moderna, Valdés adquirió importancia con donaciones al obispado de Oviedo y monasterios. En 1270, Alfonso X otorgó la Carta Puebla, concediendo derechos y libertades. Valdés formó parte de la hermandad de las pueblas del occidente para combatir los delitos en la comarca.

En la Edad Contemporánea, Luarca fue relevante durante la Guerra de la Independencia. Movimientos migratorios hacia ultramar, conocidos como indianos, dejaron un legado arquitectónico.

En el siglo XX, el concejo cambió de nombre en 1909, pero recuperó su denominación original en 1985. Hoy en día, Luarca-Valdés es uno de los destinos turísticos más solicitados de Asturias, con paisajes montañosos, vegas de ríos y hermosas playas.

Descubre la historia, la naturaleza y el turismo de Luarca-Valdés.

Geografía

Valdés se encuadra dentro de la morfología estructural del occidente asturiano, es decir, está compuesto por grandes unidades montañosas y valles dirigidos preferentemente en dirección norte-sur. Con esto se pueden distinguir tres unidades geomorfológicas claramente diferenciadas. La costa litoral, la zona montañosa y los valles interiores. La zona de la rasa costera presenta una mezcla de acantilados, estuarios, dunas y playas, destacando el cabo Busto con 60 metros de altitud, así como las playas de Otur, Barayo, Touran, Tablizo, Cadavedo, la Cueva y las tres de la villa de Luarca. La zona montañosa pertenece en su totalidad al periodo paleozoico inferior, con formaciones silícico clásticas que están afectadas por la orogenia herciana. Las alturas más importantes de Valdés se localizan por el sur en el límite con el concejo de Tineo, siendo las sierras de Adrado, Silvallana, Estoupo y Buseco sus accidentes más importantes, no llegando ninguna de ellas a sobrepasar los 1.100 metros de altura. Por último la zona de los valles interiores, presentan una orientación preferente norte-sur, como ya dijimos anteriormente, siendo de poca amplitud y estando encajonados la mayoría de ellos, salvo las vegas situadas en las mestas de los cursos medios fluviales.

Hidrografía

Dentro de su red hidrográfica, dos son los ríos más importantes, el Esva (también llamado Canero), y el río Negro, que desemboca en la capital del concejo. El Esva entra en el municipio por la parroquia de Paredes, atraviesa el concejo de sur a norte recorriendo un total de 29 kilómetros, tomando el nombre de río Canero al entrar en la vega de su mismo nombre. El río negro proviene de La Montaña, al límite con el concejo de Villayón, recorre un total de 19 kilómetros, hasta llegar a la capital, la cual parte en dos, donde desembocan sus aguas. Ambos ríos siempre fueron prolíferos en truchas, siendo el Esva, a su vez uno de los salmoneros de Asturias.

Clima

El clima de Valdés se presenta influenciado por la cercanía al mar Cantábrico, así como por las características de su relieve. Así, nos muestra diferencias notables, según nos encontremos en la zona interior o en la zona costera, siendo aquí las temperaturas mucho más agradables, tanto en invierno como en verano, llegando a tener hasta una diferencia de entre dos y cuatro grados. Con todo esto podemos afirmar que el municipio valdesano presenta un clima templado con transición al fresco, y variaciones considerables entre las zonas interiores y las costeras.

Vegetación

De la misma forma que sucede con el clima, la vegetación también presenta variedades según la zona en la que nos encontremos. Así en la franja costera tenemos especies aerohalófitas y halófitas en los acantilados, amnophiletea en las dunas, halófitas de praderas salinas en las marismas y muestras de ballicos y tréboles en la rasa. Hay que destacar aquí el paisaje que tenemos en la playa de Barayo, que ha sido declarado como reserva natural parcial. Por otro lado, en las zonas interiores se mezclan los matorrales, generalmente brezos y tojos, con especies autóctonas como castaños, robles y abedules, y también especies repobladas como son los pinos y los eucaliptos.

Fauna

En cuanto a su fauna todavía se pueden divisar en el concejo aves marinas como los ostreros, los mazarinos y otras limícolas, además de las gaviotas. También tenemos especies de agua dulce como los salmones, truchas y anguilas, habitando aun las zonas interiores espacies como los jabalís, lobos, zorros y corzos.

Otros puntos de interés

Museo diocesano (1 min)

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Castillo musulmán de Albarracín (2 min)

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